El problema de la contaminación atmosférica en Chile data desde la época de la colonia. Se asociaba al humo de fogatas, quemazón de basurales, incendios y polvo en suspensión en las principales ciudades de nuestro país.
Sin embargo, los registros más precisos son de enero de 1813, al inicio de la Patria Vieja. En las actas del Cabildo de Santiago consta la denuncia de que toda la atmósfera alrededor de la ciudad “estaba cargada de un humo espeso y caliente que causa notable variación en el temperamento”.
Debido a lo anterior, se solicitaba a la Junta de Gobierno para que prohibiera las quemazones de los campos inmediatos a la ciudad, debido a los graves daños que hacen a la población «estos abusos de los agricultores”.
Contaminación Atmosférica en el Siglo XX
Durante la primera mitad del siglo XX, los primeros especialistas comenzaron a preocuparse de esta situación en Santiago.
La contaminación ambiental comenzaba a acentuarse cada vez más, debido al explosivo crecimiento demográfico de la ciudad.
Pero es recién en la segunda mitad del siglo pasado cuando el problema de la contaminación atmosférica se convirtió como una preocupación permanente.
Génesis de la gestión de la calidad del aire
La gestión de la calidad del aire se inició con medidas como la dictación del Decreto 144 del Ministerio de Salud, en 1961.
Éste determinó las normas para evitar emanaciones o contaminantes atmosféricos de cualquier naturaleza. Pero su problema fue que no estableció límites de concentraciones, dejando esta potestad al Ministerio de Salud.
Y en cuanto a las mediciones sobre la calidad del aire en Chile, las primeras son del año 1964. Aunque recién en 1976, se instaló y entró en funcionamiento la primera red de vigilancia de calidad del aire. Específicamente en la fundición Chagres, en el valle de Catemu, región de Valparaíso.
Para 1978 (Resolución 1.215 del Minsal), se definieron las concentraciones máximas para algunos contaminantes, como partículas en suspensión y monóxido de carbono, entre otros.
Esto originó la primera norma de calidad del aire en Chile. Y para 1986 ya se había instalado una nueva red de vigilancia de la calidad del aire en Chuquicamata, en la región de Antofagasta.
Énfasis en la Región Metropolitana
En 1988, el Minsal creó la Red de Monitoreo Automático de la Calidad del Aire y Variables Meteorológicas en la Región Metropolitana, la Red MACAM, por sus siglas.
De esta forma, se evidenció que la Región Metropolitana registraba graves problemas de contaminación del aire y serios riesgos sobre las condiciones de salud de las personas.
Ante esta evidencia, en el año 1990 se creó la Comisión Especial de Descontaminación para la Región, organismo responsable de las primeras medidas de control implementadas para la ciudad.
Y aunque el primer paso fue Santiago, nuevas redes de vigilancia de la calidad del aire fueron agregándose en zonas industriales de fundiciones y refinerías de cobre.
Entre los años 1992 y 1993, se instalaron en las localidades de Paipote y Potrerillos, en la región de Atacama; de Ventanas, en la región de Valparaíso; y de Caletones, en la región de O´Higgins.
Más tarde, en 1994, tras la promulgación de la Ley 19.300 sobre Bases del Medio Ambiente, se intensificó la gestión para enfrentar la contaminación y mejorar la calidad del aire. Se estableció para ello distintos instrumentos de gestión, que además de normas de emisión, incluyeron, entre otros, los planes de prevención y descontaminación.
Con la entrada en vigencia del Reglamento del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en 1997, aumentó el número de estaciones de monitoreo para el seguimiento y control de las emisiones. Especialmente desde fuentes fijas industriales, termoeléctricas y mineras, asociadas a las exigencias que estableció el SEIA en la evaluación de proyectos que tenían impacto ambiental.
En el año 2005, comenzó a implementarse el Sistema de Información Nacional de calidad de aire, que concentra toda la información disponible de las estaciones de monitoreo de calidad del aire en Chile, para que cualquier persona pueda consultar por el estado del aire.