impacto ambiental

El impacto ambiental debe ser entendido como el efecto que produce una determinada acción humana sobre el medio ambiente en sus distintos aspectos. Técnicamente, es la alteración de la línea de base (medio ambiente), debido a la acción antrópica o a eventos naturales.

Las acciones del hombre, motivadas por la consecución de diversos fines, provocan efectos colaterales sobre el medio natural o social.

En términos globales, la evaluación de impacto ambiental (EIA) es el análisis de las consecuencias predecibles de la acción. Y la declaración de impacto ambiental (DIA) es la comunicación previa, que las leyes ambientales exigen bajo ciertos supuestos, de las consecuencias ambientales predichas por la evaluación.

¿Cuándo hay impacto ambiental?

Básicamente, hay impacto ambiental cuando una acción o actividad produce una alteración, favorable o desfavorable, en el medio o con alguno de los componentes del medio.

Esta acción puede ser un proyecto de ingeniería, un programa, un plan, una ley o una disposición
administrativa con implicaciones ambientales. Y sus consecuencias, podrían ser positivas o negativas.

Impactos sobre el medio natural

Suelen consistir en pérdida de biodiversidad, en forma de empobrecimiento de los ecosistemas, contracción de las áreas de distribución de las especies e incluso extinción de razas locales o especies enteras.

La devastación de los ecosistemas produce la degradación o pérdida de lo que se llama sus servicios naturales.

Tipos de contaminación a nivel mundial

La mayor parte de la energía utilizada en los diferentes países proviene del petróleo y del gas natural.

La contaminación de los mares con petróleo es un problema que preocupa desde hace muchos años a los países marítimos, sean o no productores de petróleo.

Desde entonces, se han tomado enormes previsiones técnicas y legales internacionales, para evitar o disminuir la ocurrencia de estos problemas.

Los derrames de petróleo en los mares, ríos y lagos producen contaminación ambiental. Aquí podemos mencionar daños a la fauna marina y aves, vegetación y aguas. Además, perjudican la pesca y las actividades recreativas de las playas.

Pero, no son los derrames por accidentes los únicos causantes de la contaminación oceánica con hidrocarburos.

La mayor proporción de la contaminación proviene del petróleo industrial y motriz. Se estima que en escala mundial, 957 millones de galones de petróleo usado entran en ríos y océanos. Y 1.500 millones de galones de petróleo crudo o de sus derivados son derramados.

Otro tipo de contaminante son los productos de desechos gaseosos, expulsados por las refinerías. Estos no solo contaminan la atmósfera, sino que también aguas, tierra, vegetación, aves y otros animales.

Uno de los contaminantes gaseosos más nocivo es el dióxido de azufre, que daña los pulmones y otras
partes del sistema respiratorio.

Otras de las fuentes alternativas de energía desarrollada es la radioactiva, que genera muchos desechos o contaminantes radioactivos, provenientes de las reacciones nucleares, o de yacimientos de minerales radioactivos.

Lamentablemente, todavía no se conoce un método para eliminar estos desechos sin riesgo para el hombre.

Medición del impacto ambiental

El impacto ambiental de una determinada actividad sobre el ecosistema es la diferencia entre la situación del medio ambiente futuro modificado, como consecuencia de la realización de un proyecto, por ejemplo; Y la situación del medio ambiente futuro, tal como habría evolucionado naturalmente sin tal actuación.

Aquí nace la evaluación de impacto ambiental (EIA). Éste es el proceso formal usado para predecir las
consecuencias ambientales de una propuesta o decisión legislativa, la implantación de políticas y programas o la puesta en marcha de proyectos de desarrollo.

La Evaluación de impacto ambiental se introdujo por primera vez en Estados Unidos en 1969 como requisito de la National Environmental Policy Act (ley nacional de políticas sobre el medio ambiente, comúnmente conocida como NEPA).

Desde entonces, un creciente número de países (incluida la Unión Europea) han adoptado la EIA, aprobando leyes y creando organismos para garantizar su implantación.